Son lugares mágicos, llenos de belleza, sensaciones, misterios, color y energía; combinados por la grandeza de seres maravillosos e invisibles que habitan y protegen la vida allí.
En ellos , viven los árboles, siempre majestuosos, rebosantes de sabiduría, vivencias y secretos. Son perfectos sanadores, si los tocas o los abrazas te aportan la fuerza física o espiritual que necesitas, son las raíces del planeta, la conexión con la vida y encima nos regalan aire puro y limpio.
Nos enseñan a ser conscientes del aqui y ahora, para mi los Maestros del cambio.
Más allá del verde más profundo, nos encontramos con los más bellos y espectaculares Riachuelos, increíbles paisajes que iluminan nuestros ojos.
Su agua fluye y recorre por infinidad de rincones ocultos y hermosos, conociendo a su paso a seres fascinantes y encantadores.
El riachuelo es el movimiento y el desarrollo en la vida, nos enseña a ser transparentes, a conseguir nuestros propósitos, a ser sencillos y naturales, a tener paz, armonía y amor en nuestro camino; en definitiva; ser tu mismo.
Tenemos que disfrutar, cuidar y aprender de la Naturaleza, ellos sienten como nosotros.